AMY MACDONALD- This is The Life
Y es que la vida se va encargando de ofrecerme mil y un respuestas a preguntas que no siempre le he hecho y de mostrarme caminos y miradas, que no siempre he buscado.
Puede que ello se deba a mi manera de caminar por esa vida, casi siempre pausada y ante todo con los ojos bien abiertos, dispuesta a ver cuanto a veces ni se muestra a simple vista, a doblar las esquinas preparada para toparme con mil sorpresas inesperadas, para darme de bruces con esos enigmáticos encuentros que acostumbran a llenarme tanto .
Quizás en definitiva tan solo se trate de una peculiar manera de vivir, de caminar y de asomarse a las ventanas del destino y de los sueños.
Estos días de vacaciones que he podido dedicarME por fin… tras tantos meses de dedicación plena a “la niña de los ojos azules” me han traído más de una respuesta y ante todo me han permitido un ENCUENTRO con REENCUENTRO.
El encuentro ha sido con mi hermana mayor y mi cuñado “el galleguiño”, el que nos la raptó hace casi 30 años y se la llevó a esa maravillosa tierra que es Galicia. Hablo a diario con ella e incluso en los momentos complicados de mi vida, hablamos varias veces al día, porque digo yo… para algo tenía que servir la tarifa plana ¿no creéis?
Ella siempre ha estado presente en mi vida, en todos y cada uno de los malos momentos. A pesar de ser la hermana que más lejos se encuentra, es siempre la que más cerca siento. En esta ocasión, desde agosto pasado no nos veíamos. Por diversas razones, no pudo acompañarnos en las últimas operaciones, ni pudo venir en Navidad, siendo la primera vez en nuestra vida que no compartíamos dichas fechas.
Mientras me asomaba a la ventana abierta al mar a través de ese menhir, en medio de la magia que un inmenso bosque de menhires y dólmenes imprime a la zona que rodea a la Torre de Hércules pensaba que lo mejor de ese viaje había sido “el reencuentro”.
Me reencontré con “LA NENA “, esa nena que soy cuando estoy con mi hermana mayor.
Desde que nací, teniendo ella 4 años, fui “la nena “… su NENA…
Mi hermana mayor con 8 años y yo con 4
Lo mismo que cuando nació mi hermano pequeño teniendo yo 4 años se convirtió en “el nene”… mi NENE… ya os hablé de cuando vi la cigüeña por el pasillo de casa en aquella noche de un 7 de abril ( en mi entrada de 29-12-2007 )
Es curioso como una diferencia de edad tan pequeña, puede marcar tantísimas diferencias, ya que esos 4 años que nos separan, siempre han representado en términos prácticos muchos más.
Y así, a pesar de habernos plantado todos los hermanos en la madurez de nuestras vidas, yo sigo siendo “la nena “.
Choca vernos en cualquier lugar y escuchar como se dirige a mí… Siempre me llama “nena”, jamás por mi nombre.
Y allá que a la gente que nos rodea, se le van los ojos buscando a la nena… esa nena que desde luego he de deciros que aunque los demás no vean, existe no solo a los ojos de su hermana mayor, sino a otros muchos efectos.
Y mientras recordaba tantas y tantas cosas vividas a su lado, en medio de ese entorno maravilloso que bordea el mar, descubrí que se encuentra también el Monumento a los fusilados en la Guerra Civil y que mezclado con los menhires forman un precioso parque escultórico.
Y justo al borde del mar, se encuentra un cementerio Musulmán
Todo ello hizo, que al anochecer, el entorno de la Torre de Hércules se volviese absolutamente mágico y misterioso a mis ojos , permitiéndome como no podía ser de otra manera soñar mil y un aventuras extraídas de las siluetas que las nubes de algodón mezcladas con las luces de la puesta de sol dibujaban en el cielo.
Pizarr con 2 años
( Que conste que no me gustan los collares... jajaja... )
Aclaro tras el comentario de mi amiga Air, que efectivamente este collar me encanta y que aún lo conservo. Pero me gusta por lo que significó para mí y porque es ambar del Báltico.
(Todas las fotos de esta entrada fueron hechas por mi, en ese primer día de mis vacaciones ).