EL MUNDO DE LOS SUEÑOS

30 marzo 2010

“LA CASA” o “CIEN AÑOS DE SOLEDAD”



Han tenido que pasar más de 25 años para que al volver a leer “Cien años de soledad” descubra en ella toda la magia que encerró García Márquez en esas letras.

Y han tenido que pasar esos años para que pueda comprender lo que significa el Cronotopo y lo que supone vivir en un lugar y un espacio cerrado en el que el tiempo parece detenerse, la restricción espacial hace que el tiempo se repita y que la historia sea tan cerrada en sus propios límites que cuando desaparece, desaparece el mundo, como si nada hubiera fuera de esos límites espaciales.

La vida como sabéis, me obligó a vivir un poco de esa manera durante unos años.

Y han tenido que pasar esos años para que comprenda los motivos de García Márquez al crear ese mundo paralelo, esa ciudad casi imposible y esa saga repetitiva de 7 generaciones condenadas a vivir el destino, sin poder salirse de él.

A pesar de ser consciente de que cada día que vivimos nos queda menos tiempo por vivir, he aprendido en estos 25 años transcurridos entre las dos lecturas a vivir ese tiempo de otra manera. Aunque me siga comiendo el mundo cada día, lo hago intensa pero suavemente, no como lo hacía a mis 18 e incluso a mis 28 años. Entonces me parecía, a pesar de quedarme muchísimo más tiempo que ahora, que la vida se me iba a terminar a cada instante. Eso solía hacerme no disfrutar de cada uno de esos momentos.

Entre estas dos lecturas, he aprendido a mirar, a escudriñar la vida y el entorno, a descubrir la magia del instante, a mirar a los ojos de la gente asomándome al pozo interior que suelen esconder.

Y me identifico con García Márquez en la creación de ese mundo paralelo al real, hasta el punto como muchas veces he dicho, de encontrarme a menudo viviendo en el sueño, en el mundo que mi imaginación recrea cada día.

Si analizamos las influencias que García Márquez vuelca en su novela, adivinamos la familia, el sexo, la religión, el destino, pero al frente de todo ello la infancia… su infancia… tiene obsesión por recuperar una infancia idealizada, que al fin y al cabo pienso que es la real, aunque a menudo nada tenga que ver con la que fue, pero es la que permanece en nuestro interior, la que sentimos cuando evocamos aquellos años, por lo tanto… la única válida para nosotros cuando la evocamos.

“La casa”, que así es como llamó García Márquez a su novela en primera instancia, es una transposición de la casa de sus abuelos. Cuando a los 21 años vuelve a esa casa y descubre que nada en ella es como pensaba, sufre una gran frustración, todo es más pequeño, más gris y más vulgar de lo que permanecía archivado en sus recuerdos, de ese gran choque nació su vocación de ser escritor, como la realidad se empeñó en ser algo que no le gustaba, se reveló y decidió recrear un mundo que no existe, pero que debería de existir.

En la novela construye aquella “casa” que quedó en su mente y que desarrolló su imaginación a lo largo de los años. De hecho la casa adquiere en la novela un protagonismo casi mayor que el de los personajes.

Dice una de mis profesoras de la Universidad, a la que por cierto admiro, que la literatura tiene que mover los cimientos y que si no lo hace no vale la pena. Opino como ella, que no se trata de que nos hable de grandes temas o teorías filosóficas, se trata de que nos tiene que llegar, nos tiene que hacer pensar…

Y desde luego la novela de García Márquez no puede dejar a nadie indiferente. Estoy con esos expertos que aseguran que esta novela, junto a Rayuela de Cortazar, son las dos novelas más importantes del siglo XX.

No cabe ninguna duda de que la realidad latinoamericana es de suyo “maravillosa” (me refiero lógicamente a la riqueza de la fantasía que encierra) y de que el realismo mágico está inmerso en la cultura y en la vida latinoamericana. Sin embargo esta especie de alquimia mágica que presenta la novela, era la primera vez que se presentaba al mundo y hoy 43 años después no nos sorprende porque estamos ya Maconizados, pero en su momento impactó y mucho.

El llamado Boom latinoamericano más que obedecer a una corriente literaria, obedece al estallido brutal que supuso la expansión de esa literatura al mundo entero. Desde luego el término acuñado para referirse a esa literatura es muy acertado, porque tuvo el efecto de una explosión literaria.

Ha habido muchos autores, novelas, ensayos, poemas, que me han llegado a lo largo de mi vida, pero verdaderamente la sacudida que estas novelas provocaron en mi cuando las leí por vez primera, difícilmente otras podrán provocarla. Es tremenda la manera en que el tiempo, el espacio, la soledad, el mito, el incesto, el destino… se presentan en cien años de soledad.

Y vemos las influencias que recibe y que García Márquez ha expresado: “Fue cuando leí a Faulkner cuando entendí lo que debía escribir” y añade que tuvo que ser un gringo el que le abriera los ojos.

Es impresionante la síntesis entre la realidad y la irrealidad, el salto cualitativo, la exageración brutal, todo ocurre muchas veces, todo es enorme, etc… las cosas reales y cotidianas al exagerarse tanto y tanto pasan a otro plano… no irreal, pero si fuera de toda lógica.

Según García Márquez su novela de caballerías por excelencia era El Amadís de Gaula y le gustan estas novelas porque en ellas conviven lo real y lo irreal de una manera natural. El hombre convive con sus fantasmas, de igual a igual. De esa manera surge el concepto de OTRA REALIDAD en la que se mezcla lo real y lo imaginario.

El manuscrito encontrado, con el que empiezan tantas novelas de caballerías y que tanto parodia el Quijote, se da en Cien años de soledad con el manuscrito escrito por Melquíades y cuya traducción se descubre al final de la novela.

Cien años de soledad es la historia de Macondo, que ya estaba escrita en los manuscritos de Melquíades. El último Aureliano se profetiza a si mismo (está leyéndose a si mismo en el momento de leer los manuscritos). Es como una lectura auto profética.

Los manuscritos escritos que figuran dentro de la novela son la propia novela (es un bucle literario e imposible). Al releer esta novela no se el motivo por el cual me vino a la mente el espejo mágico de Escher y que su obra es también una vuelta de tuerca a la razón en un bucle de formas imposibles.

No se trata de que un personaje de la novela, escriba una novela, es que escribe la novela que lo contiene. Este tipo de novela se llama Autoengendrativa, es una novela autosuficiente, esférica… TOTAL.

Tiene una estructura circular, ya que todos los episodios comienzan con una prolepsis, es decir un salto hacia delante y vuelven hacia el principio para desarrollarse linealmente.

Los episodios terminan como empezaron y empiezan por el final, cuando comienza cada capítulo ya sabemos como termina.

García Marquez utiliza esta técnica de anticipación tomada del periodismo quizás, pero de una manera consciente, controlada y deseada.

El tiempo es circular y simultaneo y a fuerza de repetirse llega un momento en el que se para. Es un círculo que no acaba de cerrarse y que mantiene a los personajes atrapados en una fatalidad que se cumple por encima de la voluntad. La impresión de simultaneidad la da el hecho de que el pasado está siempre presente a través de los fantasmas y de los longevos personajes.

Todo el pasado, presente y futuro están aquí continuamente. Todo parece presente.

Lo que pasa en el espacio, pasa en el tiempo, por eso es un tiempo cerrado y cíclico.

García Márquez tardó 14 meses en escribir esta novela, escribiendo 20 horas diarias sin salir de su habitación, pero según dice, llevaba 20 años pensándola y escribiéndola en su cabeza.

Por último me gustaría decir, que esta diferente manera mía de leer la novela 25 años después, tiene mucho que ver con un curso que realizo sobre la novela que me resulta apasionante y por ello me apetecía contarlo.


Marcho de viaje y por ello estaré ausente de estas páginas, aunque supongo que tras mis continuas ausencias de los últimos meses apenas lo notaréis. No obstante deciros que todos y cada uno de vosotros seguis estando muy presentes en mi día a día y que aunque apenas deje comentarios, sigo asomándome a vustros blog siempre que el tiempo me lo permite.

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