LA ARMONÍA DEL SONIDO DEL SILENCIO
La armonía del sonido del silencio, el placer de la siega con guadaña, de la poda con tijeras y de la tala con sierra manual y hacha, esas imágenes vienen a mi mente mientras en solitario recorro este bello lugar, con el que no dejo de soñar cuando necesito calmar mi mente. Aquí no se estilan las agresiones a la naturaleza y por ello brilla en todo su esplendor cuando la mano del hombre la recorre, la respeta y la trata con cariño de hermano a hermano.
En los silencios de la naturaleza, en medio de este paraje a tiro de piedra del Monte Gorbea, desde donde se divisa el macizo de Itxina, no existe el “silencio” tal y como lo solemos denominar. El silencio de la naturaleza es otro, distinto y diferente al que llamamos comúnmente silencio. Es el silencio de la paz, la armonía de leves sonidos que a menudo cuando me adentro en sus bosques se convierten en susurros que me hablan, en suaves voces que me acarician el alma.
A ese sonido es al que yo llamo "la armonía del sonido del silencio", ese silencio con alma del que poco a poco he aprendido a no poder prescindir.