Viajando a través de un CUENTO
Como sabéis, soy una firme defensora de la contemplación de la belleza y en Praga pude detener el tiempo para disfrutar sin “tiempo” de cuanta belleza me rodeaba.
Un inmenso huevo de Pascua me dio la bienvenida
Todos los viajes que realizamos suponen un aprendizaje, el mayor aprendizaje siempre me ha venido de la mano de los viajes interiores, sin embargo necesitaba de nuevo este tipo de viajes exteriores en los que mi mirada y todo mi ser terminan plenos de sensaciones.
Allá estaba yo, como Ulises, camino de Ítaca, dispuesta a explorar hasta el último reducto de cuanto a mi se me antojaba interesante.
Y vaya si lo fue, hubo de todo, edificios y monumentos maravillosos, espectáculos de sombras, opera de marionetas, conciertos a todas horas, paseos y más paseos al borde del río Moldava… pero ante todo sentí… sentí la vida intensamente. Me sentía libre, feliz, pletórica de estar recorriendo esa ciudad que para mi ha sido como sumergirme en una ciudad de cuento de hadas.
Plaza de la Ciudad Vieja
Podía hablaros de sus piedras, que es como suelo yo llamar al arte de manera cariñosa, pero eso con un tecleo a Google, lo podéis tener en unos minutos. Lo que Google nunca os contará son los momentos mágicos que he vivido. Como esos rincones en los que parapetados del intenso frío descubrí a más de un músico “callejero” de una calidad impresionante, digno de poder tocar o cantar sus melodías y sus arias de ópera en el mejor de los teatros.
O aquella banda de viejos músicos de jazz que en medio del Puente de Carlos amenizaba a los transeúntes que invadían el mismo a todas horas y que pude disfrutar casi en exclusiva en el momento que empezaron a caer unas gotas y todo el mundo salió corriendo… menos ellos… y yo.
O cuando en el único momento de apuro que pasé el primer día porque no conseguía hacerme entender para llegar a tiempo al punto de encuentro de la única visita guiada que contraté, apareció como llovido del cielo un árabe que curiosamente hablaba español perfectamente y me “salvó”… Me acompañó hasta el hotel en el que me esperaban, quedando en mi memoria el recuerdo de una escena digna de película.
Pero la perla de la corona de mis sensaciones llegó de la mano de un violín. Una noche volvía exhausta al hotel, tras casi diez horas caminando y perdiéndome por cuantos rincones iba descubriendo y en una pequeña puerta del lateral de un precioso edificio en el que desde mi llegada me había fijado, pero que estaba siempre cerrado, había un joven de unos 30 años, alto, moreno, muy delgado, con un aspecto que llamó mi atención. Ambos nos miramos y al hacerlo caí en la cuenta de que a su espalda había un cartel en aquella pequeña puerta con su foto tocando el violín.
No pude evitar acercarme. Al hacerlo descubrí que lo único que entendía del cartel, era el día y la hora… ese mismo día… a las 19:00… faltaban escasos minutos para las siete. Le pregunte como pude si podía entrar. No conseguimos entendernos con palabras, pero me cogió del brazo, abrió la puerta y tras una pequeña entrada, accedimos al interior de una sinagoga maravillosa. Resultó que era la Sinagoga de España
Me quedé parada admirando la belleza de la Sinagoga, no tenía ni idea de que aquel edificio al lado de mi hotel era una de las Sinagogas.
Estaba en penumbra, pero la oscuridad lejos de restar un ápice de belleza al recinto, le dotaba de un aire de recogimiento y misterio difícil de describir. Desde la pequeña puerta lateral por la que entramos observé que tan solo había 4 filas de bancos a derecha e izquierda con un pequeño pasillo central. En casa banco no más de cinco personas y estaban todos llenos. Le miré como diciendo…. Que hago yo ahora… de nuevo me cogió del brazo y me llevó a la primera fila, el susurro de unas palabras hizo que las personas que ocupaban el banco se encogiesen haciéndome sitio.
Él se situó en el centro y mirando al altar hizo una señal de respeto, subió las escaleras y se perdió tras una pequeña puerta.
En unos instantes apareció de nuevo con su violín y acompañado de una joven que se sentó frente a un pequeño piano situado a la derecha del altar.
Tras un leve saludo comenzó a tocar… ahí si que el tiempo se detuvo, nunca había visto a nadie tocar el violín con tantísimo sentimiento.
La música que acompaña hoy mis letras es una de las bellísimas melodías que tocó mientras me miraba a los ojos a escasos dos metros. Creo que jamás podré olvidar ese momento, esa cara y esa mirada. Mis ojos lloraban por dentro acompañando a los llantos del violín.
Cada vez que escucho su música, recuerdo cuanto viví y sentí esos días y ante todo me viene a la memoria el recorrido que realicé al día siguiente por el cementerio de Zizgov, al que acudí para visitar la tumba de Kafka y depositar en ella algo muy especial. Me estremeció la belleza de ese cementerio, durante más de dos horas lo recorrí a solas mientras los lamentos del violín seguían grabados en mi mente. Ese día mis ojos no lloraron por dentro, sino por fuera, los horrores del pasado estaban allí más presentes que nunca. Familias enteras masacradas…
Me encantan los cementerios (no todos) siempre han sido para mi un lugar de recogimiento, de búsqueda interior, de encuentro… y este lo fue. Desde que programé mi viaje, supe que Kafka tendría un lugar muy importante en este viaje.
En su tumba, al igual que en muchísimas tumbas judías, la gente deposita pequeños papelitos escritos sujetos con piedras. Entre esas piedras que rodean la tumba, ahora descansa una muy especial.
Fueron los escritos de Kafka sobre Praga, los que me llevaron a recorrer sus lugares, su vida… su tumba
Estudio de Kafka en el Callejón de oro
Homenaje a Kafka
También Borges y “El milagro secreto” viajaron conmigo. Esa historia que comienza en Praga el 14 de marzo de 1939, día de la invasión nazi. Ese cuento en el que expone las dos dimensiones del tiempo, el tiempo humano, racional y cronológico y ese otro tiempo, sin “tiempo”, el tiempo de la eternidad, infinito, divino.
Hubo momentos en este viaje en los que el tiempo también tuvo dos dimensiones para mí. Por momentos se detenía en un sonido o en un lugar y me dejaba llevar, sin prisa, sin reloj (jamás utilizo reloj).
Solo se viajar de esta manera, libre, abierta a los sentidos, sin obligaciones impuestas por horarios, agencias o grupos y sobre todo sin tiempo.
Me despedí de Praga desde lo alto de la torre del reloj, intentando dejar grabado en mis retinas el recuerdo y la imagen de esa bella ciudad.
Quiero dedicar esta entrada de manera muy especial a mi amiga Pato, porque se que le gustaría visitar Praga algún día, porque compartimos a Borges, a Kafka, los cementerios y las piedrecitas... y tantas cosas más...
Y porque la entrada de ayer en su blog, es la que me ha empujado a escribir de nuevo en el mío.
51 Comments:
Hola Pizarr-
Cuando estaba acabando de leerte me vino a la cabeza el post de Pato y pensé que no importa el tamaño de un post.
Lo importante es su calidad.
Gracias también por el viaje. Praga ahora me parece más atractiva.
Besos.
Gracias por tanta belleza.
Hace años mi amiga Virginia me envió una postal desde Praga, el puente carlos, yme decía: "Estoy segura de que si estuvieras aquí te encantaría".
Volveré esta noche y me detendré contigo en cada rincón. Este paseo guiado a través de los sentimientos que suscita cada cuadro no me lo pierdo por nada del mundo.
Ahora estoy esperando unos amigos a almorzar. Justamente él (mi amigo, no el de platinada cabellera)llegó ayer de Europa y estuvo en Praga. Entre tus fotos y los relatos de ambos casi será como haber estado allí.
Me voy a dar los últimos toques a la mesa.
Un besoooooote.Esto es maravilloso.
Pizarr
he leido a Pato ayer, y hoy te veo aqui a ti ,y a tus viajes, sin duda Praga debe ser todo eso, Pasearé por ahí algun dia, del Moldova para allá viene mi ancestralidad, y quiero rever esos lugares. para reconocerme tambien en mi memoria.
Ahora, encontrar un árabe que hable castellano en Praga, es como tenr un dios propio para los momentos de apuro.
Un abrazo, y espero verte más seguido por estos lados
Precioso relato de tu estancia en Praga, Meriyou. Y entrañable el momento que ya conocía frente al violinista... y tu recuerdo a Pato, a quien voy ahora a visitar.
Un beso.
Qué viaje más completo.
Se nota que Praga tiene.... como decirlo..pues eso que pasa cuando te quedas parado frente a una barandilla del puente observando, y el tiempo pasa.
Me alegro de que seas una visitante más!
Beso
Quizá visite Praga este verano, volveré y te tomaré como guía.
Un beso, gracias.
Sencillamente alucinante!!!! Tengo pendiente esta ciudad y aún no he encontrado el momento de visitarla.
Mi hija vino tan encantada como tú.
Tu manera de describir el viaje no puede ser más.... ¿perfecta?... tienes razón, para contar otras cosas está Google y es mejor leer palabras llenas de sentimiento y sobre todo plenas de ilusión por la vida, por todo lo que nos ofrece la vida, como haces en tu entrada.
Hay personas que aspiran tan fuerte la felicidad que por ello es tan difícil encontrarla.
Me alegra verte así querida amiga, disfrutando de estas maravillas.
Un beso a las dos.
qué delicia encontrarte y comprobar que todo funciona... un besazo
Leerte me hace amar el mundo de los blogs.
Es tu mirada la que hace bonito el lugar. Da lo mismo que se llame Praga o Singapur. Tú haces precioso todo lo que vives. Y nos lo cuentas con ese arte que nos hace ver bonito aquello que ni siquiera conocemos.
Y ese poder de atracción que tienes... No me extraña nada la historia del violinista.
Y ahora me voy a visitar a Pato. Siempre veo que te deja comentarios, pero nunca la visité.
Beso profundo para ti y otro para la niña de tus ojos. Mua,
Tal es la calidad de estas entradas tuyas que siento que ya conozco Praga. Qué fotos más bonitas.
A pesar de que hace tiempo que no entraba, el tiempo parece no pasar.
Me han conmovido especialmente las lápidas de los judíos.
Un beso, amiga.
Aunque de acuerdo contigo con que el pricipal viaje de aprendizaje es al interior,este que tu ahora realizas revaloriza aquel otro,no solo porque lo vives directamente,sino porque lo ves con otros ojos(en un sentido amplio).Es preciso pasar por uno primero, para comprender el otro,de lo contrario para ti ese violinista,ubiera sido simplemente eso,un violinista,¿y como se te ocurre enfrentar bajo agua el sonido de una banda callejera,cuando todos al unisono escapaban?
Esta armonia es la que tu brindas en cada post,nosotros agradecidos al intentar sintonizarte.
Gracias,por Praga,Kafka,el violinista y su musica,las fotos y tu prosa.
cariños
El sentimiento, la crónica, el violín, las fotos, el delicado hilo que une los diferentes aspectos del viaje, conforma una especie de cóctail en forma de post, que archivo entre los mejores que haya leído nunca...
Pizarr:
Safiro lleva un tiempo que ha suprimido los comentarios, problemas de intrusos le han obligado a permanecer asi. Supongo que cuando pase la racha volverá a ser como antes, de momento no hay manera de escribir nada.
Un beso.
Ah... otra vez viajando contigo, Pizarr...
Qué lindo tu relato y las imágenes...
Un abrazo!
Lidia
Te he echado tanto de menos...
Y qué bueno que la entrada de Pato te llevó a escribir...es una entrada maravillosa que aún no he podido comentar pero que he leído más de una vez.
El tiempo que nos barretea los pies como una escoba impertinente.
Leo tu post, tan rico en imagenes, en sensaciones, y me digo: hay que parar...hay que ganarle a las prisas, hay que mirar, disfrutar.
Qúé viaje, Pizzar...pura magia.
Me tocan de cerca muchas cosas, el episodio del violinista y la sinagoga y Kafka...siempre Kafka.
No he ido a Praga aunque en mi estudio cuelga una marioneta preciosa que me trajeron de allí...es lo que veo cada día antes de escribir.
Las fotos son un regalo.
Tu regreso también.
Besos y mucha luz para las dos, querida amiga cercana...cercanísima.
A mi también me encantan los cementerios.
Me gusta tu forma de viajar... y me atrapa tu forma de relatar tu viaje. Gracias. Praga es una de mis asignaturas pendientes, hoy un poquito más si cabe...
Gracias por las fotos de Praga, mi hiciste viajar virtualmente.
Muy buenos los comentarios.
Que bueno que volviste a escribir, ya se te extrañaba.
qué alegría que hayas regresado, Pizarr...
Y tu forma maravillosa de recorrer una ciudad hermosa...
El violín acompañó parte de mi recorrido... imaginé los ojos de ese violinista... la música callejera...
He pasado por muchas emociones leyendo este post... curiosidad, alegría, tristeza... la vida... he encontrado mucha vida, justo lo que necesitaba en este momento.
Gracias porque siempre es un placer viajar con vos... tu mirada sensible, tu escritura que nos lleva a imaginar como propias cada vivencia tuya.
Un fuerte fuerte abrazo.
Praga está bien pero los praguenses un pelín bordes para mi gusto. Yo hice una excursión muy interesante al campo de concentración de Terezin que no está lejos. Bonitas fotos.
Bueno ya echaba de menos volver a leerte. Magnífico viaje sin duda Pizarr y uno de mis destinos pendiente. Leyéndote dan ganas de salir disparada para allí.
Gracias por compartirlo y un abrazo muy fuerte
Estábamos los dos visitando ciudades y sitios, pagando deudas yo, esta vez en Sevilla y por fin...¡Granada!
Ami me cuesta saldar las cuentas de visitas porque no me gusta viajar solo, ya no, para disfrutar, necesito compartirlo todo al instante y claro, mis compañeros de viaje deben de ser especiales, por fuerza.
Praga es una de las pocas visitas, con Budapest, que quiero hacer, lo malo es resolver con quien ir, esta vez he estado con mi hija y nietos en Sevilla, y luego en Granada con mi hermano que vino desde Bruselas a pasar la semana de mi cumple conmigo, Sevilla la conocía, pero Granada no y me ha dejado con ganas de volver.
Besos grandes y salud
Me alegró ver que coincidíamos en la entrada de Pato.
Me alegra también verte publicar de nuevo. Y encima sobre Praga.
No creo que tarde mucho en volver a visitarla por cuarta vez.
Leyéndote he recordado parecidas emociones. Dos en especial: una amanecida a las cinco desde el puente de Carlos y un canto coral al que contribuí con varios amigos en la Plaza Vieja.
Besos, amiga. Sigue escribiendo.
• ¡Que sorpresa! De nuevo publicando uno de tus sentidos relatos viajeros. Consigues transmitir sensaciones... y el deseo de estar allí.
• soplos cálidos del oeste.
CR & LMA
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Ay Pizarr me vas a matar de algo, ¿mi post ha valido la pena entonces?
:)
¡Qué viaje hice de tu mano!!
¿porque vos sabés que yo voy como una nena, siguiendo con tus letras y tus fotos cada paso tuyo no?
Este post es un poema-diamente en bruto, tiene todo para ser bello, profundo, sentido, imaginario, palpable.
GRACIAS.
Un abrazo fuerte y si pudiera ponerle color a lo que sigue te escribiría con color, "mas detalles del árabe" ajajjajajja!!!
Besos.
Si Pizarr, es un placer tenerte de guía. Me consuelo con tus viajes y voy haciendo itinerarios por si algún día puedo recorrer mundo. Me gusta más tu descripción. Ya he encontrado la sorpresa, le has dejado a Kafka un bonito recuerdo de nuestra cultura.Eres la sensibilidad personificada.
Suena el violín durante el paseo a detalle por tus fotografías. Precioso todo...para pasar largos ratos por aquí
Besos dobles
Hola Pizi cielo, ya veo que has estado viajando. Preciosa ciudad, y si es contigo de guia,ya no se puede aguantar, jajajaja.
Espero que estes bien y la niña tambien .
Muchos besos
Hla Pizarr, que belleza! Gracias por este regalo, entre las fotos y tus palabras me transportaste a Praga, un lugar que me encantarìa conocer, hermosisima esta entrada, asì que me encanta que hayas vuelto a escribir en tu blog de esta manera. Espero que tu nena se encuentre bien y recibe un besote de mi parte.
Con tu hermosa crónica salpicada de arte y emociones verdaderas, Praga queda guardada por siempre en mi Conciencia, sé que algún día iré, lo presiento y allí trazaré tu ruta. Hace varios años conocí Viena y me arrodillé ante ella, qué fascinante ciudad también....
Besos para ti y la nena de los ojos azules...
Monique.
Me maravilla encontrarte nuevamente, recorrer de tu mano las calles de Praga, su olor a poesía, a música sagrada.
Tu mirada destila arte, no tengo duda de eso.
Me reclino ante ti.
M.
Me alegro de tu regreso, de que el blog de tu amiga Pato te convenciese, de que hayas disfrutado (y compartido con nosotros) el viaje y tus sensaciones y sobre todo, me alegro de sentirte feliz
Tienes razón... hay personas que entran para jamás salir...
Gracias y mis mejores deseos
Un beso con sonrisa, todo talla XXL
Madre mía Pizarr no sabes bien qué envidia me has dado!!! ¿Recuerdas mi poema sobre Praga? decías en él que era tu espinita clavada ¡y ya te la quitaste! espero poder hacerlo yo tambien
Un beso y encantada de tu regreso (en mi caso estoy a medias pero intento seguir un poco)
Pizarr, muchas gracias por tu visita y por acercarme a Praga; donde todavía no estuve.
Te dejé una cita de Kafka que reproduzco también aquí.
“Cualquiera que no pueda arreglárselas con la vida mientras está vivo, necesita una mano para apartar la deseperación sobre su destino...Pero con la otra mano puede apuntar aquello que ve entre ruinas, pues ve mas y diferentes cosas que los demás; después de todo, está muerto durante su propia vida y es el real y único sobreviviente.”
Un cordial saludo.
Siempre es una delicia leerte y viajar contigo de tu mano.
Maravilloso lo que cuentas y las imágenes, tan lejos de mi, que me parece un sueño.
Gracias.
Me alegro muchisimo tu mensaje, por recordar mi día. No se porque pero siempre te pienso a vos y a tu hermosa hija.
Que todo salga bien, estoy segura que así será.
Te dejo un abrazo inmensa querida Pizarr
Cuando puedas pasame un correo para mandarte algo que estamos preparando especialmente con mi hijo.
Besos.
Hola Pizzi!
No, no pasa nada, simplemente me acabo de acordar de ti y paso a dejarte un besazo y un abrazo fuerte!
Qué deleite seguir este itinerario mágico, tan sensible, es puro viaje, es lo que me gusta saber de los viajes, exactamente eso que no está en google ni en ningún otro lado más que en la particularidad del que te lo cuenta.
La escena del violín en la sinagoga, esas "piedras" del arte, cómo las cuentas, los músicos que no se fueron con la lluvia y tus ojos mirando, al final Pato...
Un deleite Pizzar, un gran saludo.
Entrañable crónica de tu estancia en Praga, tienes razón en lo de viajar libre de agencias.
Lo de perderse ya lo experimenté cierta noche y aquello fue todo un mal trago, porque terminé en un cementerio, pero no de humanos, sino de locomotoras de la época rusa y no había ni un alma a quien preguntar.
Besos desde el recuerdo del puente de Carlos.
Queridísima Pizarr, yo que tampoco llevo reloj nunca, te leo dejando el tiempo fuera y me sumerjo en tus letras e imágenes sin parar de sentir esa ciudad que no conozco y que quisiera algún día visitar. Preciosa entrada, amiga dadora de belleza, me alegro mucho, muchísimo de tu vuelta.
Un gran abrazo,
Maravilloso Praga, conozco bien esa parte del mundo, tengo un pequeño apartamento en Bratislava y desde allí he visitado varios países, siempre que puedo me escapo, ahora, por las circunstancias que sabes, hace tiempo que no voy, pero espero ir en cuanto se solucione el problema.
Has hecho una preciosa descripción de lo que tu mirada tan despierta, todos tus sentidos, han captado en ese precioso lugar, gracias por compartir.
Todavía no la han operado, puede ser en cualquier momento, aunque espero que sea después del 15 de julio que cumple 18 años. Gracias por tu interés y por tu cariño, espero que tu niña siga bien.
Un beso
Hola vieja amiga!
Gracias, muchas gracias por visitarme, y regalarme tus palabras.
Ha sido muy emocionante recorrer de tu mano esa maravillosa ciudad.
Visitar ese tipo de cementerios, es una experiencia única e irrepetible, como tú bien dices.
Te deseo lo mejor para tí y para tu querida hija. Te admiro y te aprecio!
Un abrazo fuerte y grande:)
Hay ciudades que hacen cultura y arte .Otras como Praga, son cuna de la cultura, de la historia y del arte.
Magnífico,Pizarr-Un gustazo volver a reencontrarme con tus post amenos e interesantes.
Besos
Mi querida Pizarr: Es un encanto tu post. Está lleno de sensibilidad y cariño. Tú eres lo que yo llamo una turista emocional y contar tu viaje es sumergirnos a los que te leemos en esa calidez y hermosura que tiene la ciudad de Praga. GRACIAS.
Mil besos y mil rosas.
Hola Pizzar! Pasaba a saludarte y a releerte.
Un viaje maravilloso, las fotos, tus descripciones, las emociones que transmites, me hicieron seguirte paso a paso en tu recorrido.
Abrazos,
Tus visitas a mis obras me halagan.
Tu sensible forma de ver el mundo y comprender
las historias,son maravillosas.Contagias a la gente
y provocas el deseo de compartir y aprender.
Hacer homenaje a los grandes ,caídos y algunos
olvidados.....Cada piedra en una tumba,es regalo de
amor para quien allí reposa. Historias que muchos
no conocen....El violinista será siempre la compania
del recuerdo de este gran viaje ,al pasado a la eternidad.
Mi saludo ,desde Argentina,Liliana
Lola, mi mujer, está absolutamente enamorada de Praga. Creo que tendré que ir con ella y que me la enseñe. Me llevaré esta entrada en el equipaje.
Besos.
Bendito ejercicio de contemplación es Praga.
besos de chocolate, Monique.
Un beso desde la playa. ¡Oh, el mar!
Mua,
Hola Pizarr: Que bueno volver por aquí y encontrar tanta belleza.
He estado bastante tiempo fuera. Han habido muchos, demasiados cambios en mi vida, que me han tenido alejada de vosotros, de tí, durante también demasiado tiempo.
En todos estos cambios han habido momentos muy duros, aunque ahora, visto con perspectiva han merecido la pena. También me permiten ver este mundo desde otro punto de vista, mas sosegado.
Necesitaba mi tiempo de ver y de actuar, y no quería usar el blog para exponer todas mis "miserias" tan publicamente. Y sobre todo no quería usarlo para "dar pena", pues, te aseguro que ha habido momentos que si que la daba si.
Ahora todo esta mejor, mucho mejor, y ya consigo pensar en otra cosa que no sea en mi misma. todo un triunfo!!!.
En fin, solo quería saludarte...
nos veremos pronto.
Praga...una belleza serena.
Me ha encantado reencotrarme con tus bellas fotografías.
UN ABRAZO.
Gracias por Kafka y por tu espacio al que tanto tiempo tenía, inexplicablemente, sin pasar.
Un gusto reencontrarte.
Saludos, Pizarr.
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