SOBRE LOS SUEÑOS

Innocence-QUIDAM-CIRCO DEL SOL

¿De que color son los sueños?

¿A que saben?

¿Cómo huelen?

¿Dónde se desarrollan?

¿En que espacio, en que tiempo, en que lugar?


Mis sueños son del color del arco iris, porque en ellos cabe toda la gama de tonalidades, de las más cálidas a las más frías, de las más tenues a las más estridentes, del blanco al negro, del negro al blanco… según se vayan adicionando o sustrayendo tonos.

Saben a pan recién hecho, a chocolate caliente con bollos en una dulce tarde de otoño, al lado de la lumbre de la chimenea en la que chisporrotean troncos milenarios arrancados de las entrañas de una vieja mansión con aires de restauración.

Huelen a limpio, a pulcro, como si de un quirófano se tratara, pero sin embargo no son fríos, sino cálidos.

Trascurren en este mundo, en el otro, en aquel… en tantos mundos como mi cerebro alcanza a imaginar.

Son como las huellas de mis paseos por la playa al atardecer, firmes pero efímeros, porque desaparecen y cambian con cada marea.

Son intemporales, se pierden en la memoria de la historia, ocupan páginas y páginas de libros por escribir, libros por leer…

Sus espacios son amplios, en ellos cabe todo, el más lejano futuro, el más cercano pasado, incluso a veces en ellos cabe... mi complicado presente.