Ocurrió

Amor dulce muerte-VICENTE AMIGO

Ocurrió que sin apenas darme cuenta me enganché al vagón del tren de tus días y ya no puedo dar marcha atrás… ni quiero.

Solo espero una señal, un movimiento que me demuestre de manera inequívoca, que la máquina de ese tren es consciente de llevar adosado desde hace mucho tiempo un nuevo vagón.



A menudo vislumbro señales, un guiño de luces, un claxon que suena en un cruce de caminos, una sonrisa que me mira agazapada entre la gente, un abrazo diferente o un especial apretón de manos en más de una despedida.



Sin embargo, no puedo fiarme en este caso de mi intuición, porque está tan viciada por los sentimientos que tu manera de ser y de existir despierta en mí, que tengo miedo de equivocarme, de estar interpretando las señales que recibo de manera inadecuada.



Miedo de estar viendo el fuego de la pasión, en donde tan solo corre una leve brisa de amistad.



Aristóteles dijo que nada penetra en la mente si no es a través de los sentidos, siempre estuve de acuerdo con esta teoría, sin embargo en este momento quizás tenga que reconocer que aquellas otras creencias de Sócrates y de Platón que defendían que los sentidos nos confunden, no estaban tan desencaminadas…



Y es que mi querido amigo, la vida no se mide por las veces que respiras, sino por las que te quitan la respiración… y tú hace meses me la quitas cuando cruzamos nuestras miradas y nuestras vidas cada fin de semana.



Las fotos de las muñecas están sacadas de la página : The Enchanted Doll by Marina Bychkova