LA VIDA Y LA MUERTE
La vida es un sueño del que la muerte forma parte. Vivir y morir……amanecer y ocaso ….. quizás de lo mismo, al fin y al cabo, son dos caras de la misma moneda, no podría existir la una, sin la otra.
La naturaleza se encarga cada día de desmitificar el sentido de la vida y de la muerte. Lo pensé cuando hice la foto de esas dos flores colgando del mismo tallo, una llena de vida y la otra muerta. Sin embargo ambas se alimentan de la misma fuente, un único tallo. Ambas han recibido los mismos cuidados. La misma cantidad de agua y de sol o de tinieblas les ha llegado. A pesar de ello, una ha decidido vivir plenamente y la otra se ha abandonado a su suerte…..se ha dejado llevar….se ha dejado morir.
Ya veis, para mi significó algo así como la evidencia de que de un mismo cuerpo, que en este caso sería el tallo de la flor, podemos hacer que se desprendan a la vez…….vida y muerte ……a menudo podemos elegir con que cara de la moneda quedarnos. Porque de ese cuerpo emanan continuamente reacciones de vida (optimismo, sinceridad, alegría, conocimiento, entrega, amistad, amor, pasión….) y reacciones de muerte (pesimismo, odio, ira, mentira, indiferencia, envidia, desamor, dolor….).
Sin embargo, a menudo ocurren circunstancias en nuestra vida, que precisan no solo de esa decisión de optar por elegir LA VIDA, rodeándonos de esas reacciones positivas que la facilitan, sino de un plus añadido a las mismas, que impida que nuestra fuerza interior y nuestras energías se deterioren, facilitando de esa forma la vía de entrada a la enfermedad y al deterioro de nuestro cuerpo.
Porque si hay algo, de lo que a estas alturas de mi vida estoy segura, es que nuestro cuerpo es un conjunto de órganos, alimentados por energías que solo nosotros podemos activar.
Se que del equilibrio de esas energías depende en gran medida nuestra salud y por ello sé a ciencia cierta que la mía se resquebraja por momentos, porque en algún recodo del camino, sin apenas ser consciente de ello permití que ese equilibrio se truncara.
Quizás el tener que convivir durante dos años con la brutal enfermedad de mi hija. Quizás el hecho de permanecer durante tanto tiempo al lado de enfermedades ajenas. Tantas clínicas. Tantas consultas. Tantas y tan tremendas heridas. Tantas importantes decisiones que tomar en soledad...…QUIZAS……TAN SOLO QUIZAS …….me hicieron bajar la guardia de mi propia fortaleza.
Lo más curioso de todo es que hacía años, había aprendido a equilibrar mi cuerpo y mi espíritu a través de muy diversos métodos, sin embargo, cuando más necesité llevar a cabo todo ese aprendizaje, de pronto……dejé de practicarlo……no había tiempo….ni ganas…..el agotamiento físico y psíquico en muchos momentos impedía la realización de cualquier acción encaminada a conseguir recuperar mi propio bienestar.
He llegado a pensar que incluso dentro de mí, interioricé una especie de necesidad vital de no estar bien, para de alguna manera acercarme más al dolor de mi hija, para de alguna forma poder entender lo que sentía. ¡Cuantas veces deseé de mil maneras distintas poderme cambiar por ella ¡
Durante ese tiempo, viví a menudo mi salud y mi bienestar como una grotesca broma del destino, llegando incluso a sentirme culpable por ello.
Los Chakras forman parte del antiguo sistema de sanación hindú y de la filosofía del yoga. Podemos considerarlos como “ruedas giratorias” de energía situadas en nuestra aura corporal.
Sé que cuando los chakras de nuestro cuerpo están desequilibrados impiden el libre flujo de la energía corporal, causando cansancio y enfermedades diversas. Solo consiguiendo equilibrarlos de nuevo, solo consiguiendo que mi cuerpo vuelva a recuperar su armonía, conseguiré recuperar mi vitalidad y mi salud física.
De cualquier forma, aún deberé de dar gracias, porque mi salud mental continúa intacta. Y sabiendo que todo está en nuestra mente, a partir de ella intento cada día fortalecer mi cuerpo, aunque he de decir que se resiste por momentos……..
Todo este proceso, también ha tenido su parte positiva, he podido comprobar lo que los seres humanos somos capaces de soportar, hasta que punto somos capaces de adaptarnos una y otra vez a situaciones cada vez más complejas y más dolorosas, consiguiendo al final salir airosos y llegando con el tiempo a pensar que nada de cuanto ocurrió, fue tan duro, ni tan dramático como en verdad lo fue.
La naturaleza se encarga cada día de desmitificar el sentido de la vida y de la muerte. Lo pensé cuando hice la foto de esas dos flores colgando del mismo tallo, una llena de vida y la otra muerta. Sin embargo ambas se alimentan de la misma fuente, un único tallo. Ambas han recibido los mismos cuidados. La misma cantidad de agua y de sol o de tinieblas les ha llegado. A pesar de ello, una ha decidido vivir plenamente y la otra se ha abandonado a su suerte…..se ha dejado llevar….se ha dejado morir.
Ya veis, para mi significó algo así como la evidencia de que de un mismo cuerpo, que en este caso sería el tallo de la flor, podemos hacer que se desprendan a la vez…….vida y muerte ……a menudo podemos elegir con que cara de la moneda quedarnos. Porque de ese cuerpo emanan continuamente reacciones de vida (optimismo, sinceridad, alegría, conocimiento, entrega, amistad, amor, pasión….) y reacciones de muerte (pesimismo, odio, ira, mentira, indiferencia, envidia, desamor, dolor….).
Sin embargo, a menudo ocurren circunstancias en nuestra vida, que precisan no solo de esa decisión de optar por elegir LA VIDA, rodeándonos de esas reacciones positivas que la facilitan, sino de un plus añadido a las mismas, que impida que nuestra fuerza interior y nuestras energías se deterioren, facilitando de esa forma la vía de entrada a la enfermedad y al deterioro de nuestro cuerpo.
Porque si hay algo, de lo que a estas alturas de mi vida estoy segura, es que nuestro cuerpo es un conjunto de órganos, alimentados por energías que solo nosotros podemos activar.
Se que del equilibrio de esas energías depende en gran medida nuestra salud y por ello sé a ciencia cierta que la mía se resquebraja por momentos, porque en algún recodo del camino, sin apenas ser consciente de ello permití que ese equilibrio se truncara.
Quizás el tener que convivir durante dos años con la brutal enfermedad de mi hija. Quizás el hecho de permanecer durante tanto tiempo al lado de enfermedades ajenas. Tantas clínicas. Tantas consultas. Tantas y tan tremendas heridas. Tantas importantes decisiones que tomar en soledad...…QUIZAS……TAN SOLO QUIZAS …….me hicieron bajar la guardia de mi propia fortaleza.
Lo más curioso de todo es que hacía años, había aprendido a equilibrar mi cuerpo y mi espíritu a través de muy diversos métodos, sin embargo, cuando más necesité llevar a cabo todo ese aprendizaje, de pronto……dejé de practicarlo……no había tiempo….ni ganas…..el agotamiento físico y psíquico en muchos momentos impedía la realización de cualquier acción encaminada a conseguir recuperar mi propio bienestar.
He llegado a pensar que incluso dentro de mí, interioricé una especie de necesidad vital de no estar bien, para de alguna manera acercarme más al dolor de mi hija, para de alguna forma poder entender lo que sentía. ¡Cuantas veces deseé de mil maneras distintas poderme cambiar por ella ¡
Durante ese tiempo, viví a menudo mi salud y mi bienestar como una grotesca broma del destino, llegando incluso a sentirme culpable por ello.
Los Chakras forman parte del antiguo sistema de sanación hindú y de la filosofía del yoga. Podemos considerarlos como “ruedas giratorias” de energía situadas en nuestra aura corporal.
Sé que cuando los chakras de nuestro cuerpo están desequilibrados impiden el libre flujo de la energía corporal, causando cansancio y enfermedades diversas. Solo consiguiendo equilibrarlos de nuevo, solo consiguiendo que mi cuerpo vuelva a recuperar su armonía, conseguiré recuperar mi vitalidad y mi salud física.
De cualquier forma, aún deberé de dar gracias, porque mi salud mental continúa intacta. Y sabiendo que todo está en nuestra mente, a partir de ella intento cada día fortalecer mi cuerpo, aunque he de decir que se resiste por momentos……..
Todo este proceso, también ha tenido su parte positiva, he podido comprobar lo que los seres humanos somos capaces de soportar, hasta que punto somos capaces de adaptarnos una y otra vez a situaciones cada vez más complejas y más dolorosas, consiguiendo al final salir airosos y llegando con el tiempo a pensar que nada de cuanto ocurrió, fue tan duro, ni tan dramático como en verdad lo fue.
Etiquetas: MI VIDA
6 Comments:
navegando cai en este post....vida y muerte...dos largas lineas casi paralelas....saludos
Pizar, siempre digo que para cuidar y atender a los demás, hay primero que cuidarse a sí mismo. Lo que ocurre es que cuando alguien nos necesita y más si es una parte de nosotros como son los hijos, nos volcamos de tal manera que se nos olvida todo. Y luego viene una factura non grata. Cuerpo y mente estan tan ligados que para mí son uno. Es verdad que cuando la salud física se resiente, es muy importante conservar la mental intacta y a veces no es fácil.
Cuídate Pizar, de vez en cuando hay que hacer un lapsus y mimarnos un poco.
Muy bonito tu escrito.
Un abrazo.
Air :)
Creo, por propia experiencia, que en los momentos más duros nos olvidamos de nuestras propias limitaciones y salimos bufando como toros para luchar contra la adversidad, sobre todo si de nosotros depende el que otras personas salgan adelante. Pero el esfuerzo tiene un precio... que en algún momento tenemos que pagar.
Son las heridas de la vida, a las que ninguno de nosotros puede escapar indefinidamente. Lo importante es empeñarse en que vayan cicatrizando aunque sea lentamente.
Que la vida te brinde un bálsamo efectivo es algo por lo que también debemos esforzarnos...
Fuerza, Pizar, y un abrazo.
También para tí, Aire Azul.
Runa
Me ha gustado mucho las reflexiones que dejas en este post
Te dejo un beso enorme y el deseo de que equilibres tus chacras y estés más sana y feliz
un abrazo
silvia
¿ Y que pasa si la vida es solo un bocata de infinitivos ?
Nacer...
Vivir...
Morir...
Entre el pan "Nacer" y el pan "morir" que no podemos cambiar,preparemos a nuestro gusto el relleno "vivir" y devoremoslo...Sin mas... Salud, Genín
Así me gusta positivo ante todo,en eso estamos Genin, preparando ese relleno para el bocata, que siendo sano.....JAJAJAJ.....POR AQUELLO DE LA SALUD.... sea lo más sabroso y sustancioso posible.
Venga pues.....a incarle el dietne a la vida y a devorarla.
PUES SALUD, COMO TU DICES...........
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