Música: Tiempo y silencio de Cesaria Evora
(Este banco, ubicado en los jardines que separan mi casa de la playa me dió la bienvenida y fué el primero de una serie de bancos que cada noche acompañaron mis paseos)
La letra y la melodía de esta canción han revoloteado en mi mente cada día… cada noche… de los pasados en esa calma que tanto necesitaba volver a experimentar durante días y días…
Y es que desconozco el motivo por el cual la melodía viajó conmigo, escondida en un rinconcito de mi interior, lo mismo que tú… Creo que ambos me traicionasteis… Te dije que necesitaba pensar… ¿o no te lo dije y tan solo lo pensé ?... necesitaba analizar ese aluvión de sensaciones y sentimientos que me invaden desde hace meses… necesitaba ubicarlos y ubicarme de nuevo en mis espacios estivales.
Un amigo me dijo en una ocasión que las cosas no llegan a comprenderse realmente hasta que uno toma una cierta distancia… y eso es lo que hice… más bien lo que pretendí hacer…
(A este puente le llamo "Mi puentecillo oriental" y cada noche desde su barandilla me asomaba al Mediterraneo, para poder estar y pensar en soledad, hasta que las luces de la noche me impedían ver el mar)
Le pedí a mi corazón que dejase de brincar cada vez que te pienso…
Le prohibí volver a soñarte hasta que llegue el día…
Me propuse explorar otros territorios… Y lo hice… pero sin resultado alguno que aliviara las mariposas que revoloteaban en mis adentros. ...y es que miles de arco iris, hierbajos y besos de mil colores, formas y sabores, llenaban mi cabeza impidiéndome dejar de pensarte…
Y si... en esta ocasión más que nunca me dejé llevar por la música...
Escuchando una y otra vez esa música en mi interior me dí cuenta de que no tengo solución… porque mi corazón siguió brincando sin parar, lo que significa que te pensaba a todas horas… y porque siguió soñando que tus brazos rodeaban no la cintura de mis sueños como dije un día… sino mi cintura real.
El azul mediterráneo y esos largos paseos a la luz primero de la luna y en días posteriores de las estrellas me han ayudado a comprender lo que me ocurre… espero que de una vez por todas mi cabeza admita lo que mi corazón intenta explicarle hace tiempo.
(Este chiringuito, ubicado entre mi casa y la playa, fué testigo directo de mis noches mirando al mar, mientras leía el último libro de Jorge Wagensberg - "Yo, lo superfluo y el error")
Empiezo a poder ser libre de verdad… a disponer de mi vida y sobre todo de mis sentimientos… y pienso vivir mis días con los ojos bien abiertos...
Tiempo es lo que me sobra… lo que nos sobra para poder seguir soñando… para poder intentar hacer realidad nuestros sueños.
Silencio es lo que nos rodea a ambos, cuando nos sumergimos en nuestra burbuja y dejamos a nuestra mente vagar por caminos por recorrer, por sentimientos que compartir…
Y aquí andamos… mi corazón y yo, intentando ponernos de acuerdo…
Hasta que todo sea… si es que tiene que ser…
(Este banco fue el último testigo de mis paseos, por ello os lo regalo a cada uno de vosotros, que me acompañais en esta increible aventura bloguera)
Etiquetas: SOÑÁNDOTE